FUDGE DE TAHINI Y DÁTILES.
Aunque el origen del Fudge es
estadounidense, no se sabe bien cuando fue inventado y donde, pero lo que sí
sabemos es que fue producto de un error.
Como muchos otros dulces, cuando
un pastelero trataba de hacer un caramelo, algo le salió mal y al final se convirtió
en lo que no esperaba, pero que esta super rico.
Si buscas la palabra fudge en el
diccionario te dará dos traducciones: una es “dulce de azúcar” y la otra puede interpretarse
como “chapuza”. De ahí le viene su origen, al tratar de hacer un dulce, le salió
algo muy distinto, ósea, una chapuza.
Hacer este postre es muy fácil, ¿pero
que es un fudge? Es un dulce con una consistencia pegajosa, más blando que un
caramelo y algo parecido a un toffee.
Normalmente está hecho con unos
ingredientes muy básicos, que son: la leche, el azúcar y la mantequilla. Se
calienta todo hasta llegar al punto de bola y luego se remueve constantemente
hasta que se enfría y le da esa textura tan característica.
Pero hoy no vas a hacer este tipo
de fudge sino otro con unos ingredientes muy distintos y super sanos ¿te animas
a probarlo?
¿Qué necesitamos?...
85 gr (3 oz) de dátiles
113 gr (4oz) tahini
28 gr (2 tablespoon) aceite de
coco
14 gr (1 tablespoon) coco
sal
¿Cómo lo hacemos?...
Comienza eligiendo un molde
donde vayas a colocar tu fudge, ponle papel de horno para que no se peque por
las paredes. Recuerda que es un dulce un poco pegajoso.
Aunque otra solución, y la que
yo he elegido esta vez, es usar moldes individuales de silicona, que son muy prácticos
para este tipo de dulces y luego se desmoldan sin ningún problema.
Yo he usado uno rectangular como
este molde de silicona
Coge uno de los dátiles y córtalo
en trozos no muy pequeños, déjalo apartado porque te van a servir para decorar.
El resto de los dátiles van dentro de tu procesador de alimentos, añade también
el tahini, el aceite de coco y la sal, no le pongas mucha, solo un pellizco y pon
el motor en marcha.
Tritúralo todo hasta que te
quede una pasta espesa, puedes probar la mezcla en este momento y añadir más
sal si lo necesita. Una vez lo tengas todo integrado y sin grumos, tendrás tu
fudge listo.
Con una espátula de silicona,
vete sacando poco a poco la mezcla de dátiles y poniéndola en los moldes, presiona
por todos los lados para que quede bien extendida, lisa y nivelada, cubriendo
sobre todo las esquinas. Para que luego al desmoldarlo queden unos trozos más
bonitos.
Ahora es el momento de decorar por
encima con el coco rallado y el dátil partido en trozos que habías dejado en reserva.
El molde terminado puedes
ponerlo en el congelador hasta que se congele bien, tardará unos 30 minutos.
Una vez que lo veas bien endurecido
por todos los lados es el momento de sacarlo y córtalo en trozos pequeños del tamaño
que mas te guste, como para poder tomarlo con los dedos y que no necesites un
tenedor.
Y aquí tienes un dulce super
sano, fácil, facilísimo, que no es nada empachoso y que te llenará mucho; así que
tendrás postre hecho para comértelos cuando más te apetezca.
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